Ingeniería contra la infravivienda

Arquitectos de Barcelona rehabilitan pisos del Raval con alta tecnología

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zentauroepp49826562 guardo190916165629 / Martí Fradera

Michele Catanzaro

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Mari Carmen, parada de 54 años e inquilina del Raval, su piso le da muchos disgustos. Le falta el plato de ducha y su madre octogenaria tiene que lavarse en casa de una familiar. Las ventanas abombadas por la humedad no cierran y cuando llueve se pasa el día con la fregona. Es un alquiler de renta antigua. El propietario lleva décadas desentendiéndose del mantenimiento.

No obstante, a Mari Carmen no le pareció nada frívolo que un alumno de ingeniería de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) le visitara el año pasado para estudiar su vivienda. Pretendía recrearla en su ordenador, generando una imagen futurista repleta de líneas de colores.

"Son gente coherente, que se pone manos a la obra, muy seria. Finalmente hay gente a la que le interesa de verdad el Raval", comenta Mari Carmen, en referencia a la organización que le envió al estudiante.

La entidad en cuestión es <strong>Oasi Urbà</strong>, una asociación de arquitectos que lleva dos años trabajando en el Raval, financiándose con donaciones, subvenciones y premios. El año pasado, la organización estableció una alianza con el Centro de Diagnóstico Industrial y Fluidodinámica (CDIF) y la Cátedra de Sostenibilidad en Edificaciones de la UPC.

El objetivo es aplicar los sensores y los programas de simulación informática más avanzados a las viviendas más degradadas del Raval. Eso permite identificar las intervenciones más rápidas, económicas y eficaces, que mejoren de forma inmediata la calidad de vida de sus habitantes.

Soluciones de emergencia

Hasta ahora, Oasi Urbà perseguía este objetivo usando el sentido común arquitectónico. Por ejemplo, el año pasado ayudó a una familia de seis personas que vive en un piso de 20 metros cuadrados ahogado por la humedad. "La solución es que cambien de piso, pero al menos conseguimos tamponar las humedades de forma temporal con un tabique de madera, algodón y arcilla", relata Victoria Tous, directora técnica de la organización.

A partir de ahora, Oasi Urbà pretende "comprobar y optimizar al máximo los resultados, por medio del método científico", explica Tous. Esta idea surgió de un encuentro casual con Alfredo Guardo Zabaleta, investigador del CDIF.

Guardo se dedica a analizar la ventilación y el calor de grandes edificios de cristal, naves industriales y turbinas eólicas. Hace un par de años, una estudiante llamó su atención sobre una asociación que buscaba voluntarios en la universidad: era Oasi Urbà.

Tras reunirse con Tous, Guardo se volcó en el proyecto. "Esto me va a aportar mucho trabajo y pocos recursos, pero estamos actuando sobre la ciudad: es parte de la misión de la universidad", afirma el investigador. "Por otro lado, muy pocas veces te dejan monitorizar un edificio entero. Eso nos va a aportar conocimiento y vamos a publicar los resultados", añade.

Réplica virtual

De momento, la colaboración se ha concretado en el trabajo de fin de grado de Gerard Muñoz, el estudiante que visitó a Mari Carmen. Muñoz creó un "gemelo virtual" del piso del Raval. Esta réplica simulada al ordenador reproduce los flujos de calor y aire del piso. Es decir, aborda los ingredientes de la pobreza energética: mala ventilación y mal aislamiento.

"Al tener un gemelo virtual se pueden probar diversas actuaciones en ello a coste cero, en lugar de probarlas en el piso real y ver si funcionan o no", explica Guardo. Son intervenciones como abrir una ventana, colocar un extractor, poner aislamiento o cambiar la carpintería.

Ahora, un alumno de Guardo se dispone a tomarle el relevo a Muñoz y empezar a probar estas actuaciones en la réplica virtual. Otra alumna colocará sensores en el piso de Mari Carmen, en vista a las actuaciones reales.

Para adquirir los sensores, Guardo ha conseguido una pequeña financiación del Centro de Cooperación para el Desarrollo (CCD) de la UPC. Este servicio de la universidad se ha dedicado tradicionalmente a financiar proyectos en países en desarrollo, pero lleva un par de años apoyando también a iniciativas locales.

Lo que Oasi Urbà va a hacer inmediatamente es instalarle a Mari Carmen el plato de ducha. De cara al 2020, planea intervenciones más avanzadas. Sucesivamente, Guardo y Tous piensan desplegar su maquinaria en varios otros pisos del edificio y más allá.

"La idea es hacer un catálogo de actuaciones evaluadas científicamente, por tal que cualquier entidad y administración pueda mirarlo y decir: si tu piso tiene estas características y estos problemas, te convienen estas actuaciones", concluye Guardo.