Ingenieros verdes

Inauguracion del campus Diagonal-Besos de la UPC Universitat Politecnica de Barcelona

Inauguracion del campus Diagonal-Besos de la UPC Universitat Politecnica de Barcelona / periodico

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / CARLES COLS / BARCELONA

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Los 3.500 estudiantes y aproximadamente 500 profesores e investigadores que el lunes  ocuparán el nuevo campus de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) en el Besòs, la bautizada como escuela de Ingeniería de Barcelona Este, se encontrarán con un espacio a las puertas del barrio de La Mina, con tres edificios de arquitectura innovadora y sostenible, diseñados para aprovechar al máximo la luz natural y con avanzados sistemas de ahorro energético eliminación de residuos.

El equipamiento, situado a pocos metros de la playa -y con la promesa de que, antes o después, se construirá una pasarela para acceder al arenal salvando la barrera de la Ronda Litoral-, aspira a convertirse en un polo de atracción para todos aquellos que quieran avanzar en la investigación de las energías verdes. “Empezamos con un proyecto con la Henry Samueli School of Engineering and Applied Science de la Universidad de California (UCLA), con la que ya firmamos un convenio hace un año”, explica el rector Enric Fossas, en conversación con este diario, minutos antes de que empiece la ceremonia inaugural.

Esta línea de investigación, ha aprovechado para destacar durante el acto la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, puede ser también una oportunidad para la ciudad, “que apuesta por la sostenibilidad y tiene entre sus prioridades la reducción de la contaminación por el tráfico”. Es asimismo una oportunidad para el Besòs y para mitigar “las dinámicas” que históricamente han situado el conocimiento y la actividad económica que este genera “en el extremo de la ciudad que toca al Llobregat”, ha reivindicado Joan Callau, alcalde de Sant Adrià. “Este campus va a ser un factor importantísimo para mi ciudad, para pasar de la crónica negra a la excelencia”, ha remarcado Callau.

UNA PERITA EN DULCE

Porque el objetivo es que aquí, en este recinto de arbolado recién plantado, verjas de madera y taludes que funcionan como diques para contener la capa freática, no tarden en llegar estudiantes e investigadores de todo el mundo. El campus del Besòs, tan cuestionado durante años dentro de la propia universidad, es hoy una perita en dulce, un caramelo con el que atraer talento y poder ofrecer a ese talento un lugar donde trabajar a la mediterránea.

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 “Realmente es un lujo de ubicación”, comenta un profesor, ingeniero de Telecomunicaciones, que va a dar clases en el nuevo campus. La pega, comenta, es que los profesores universitarios no imparten docencia en una única facultad, “lo que obligará a hacer algunos equilibrios con los horarios, para no tener que ir Diagonal arriba y Diagonal abajo en un mismo día”, señala.

Finalmente, se trasladan al  Besòs los estudios de Ingeniería que hasta ahora se encontraban en la histórica Escola Industrial de la calle de Urgell, además de la Ingeniería Química y la Ingeniería de Materiales, que dejan el edificio que ocupaban en el campus de la Diagonal-Pedralbes.

"Al final no se han construido los siete edificios previstos en el proyecto inicial por razones presupuestarias, pero eso ha permitido, a la vez, que se redujeran las resistencias que hubo en un principio", reconoce Fossas. "No ha sido un proceso fácil, pero ha habido flexibilidad", asegura el rector, que precisamente es profesor de la escuela Industriales, la que más oposición mostró cuando se habló de su posible traslado hacia este campus.

A la espera de que en los próximos meses se adjudiquen las obras de una residencia para estudiantes e investigadores, la expectación que el estreno del campus ha suscitado en la zona es grande. Aunque solo sea por cómo se revalorizará la vivienda, comentan los vecinos, que van a disponer de una zona verde a su disposición, el parque de Can Llima, dentro del perímetro del campus universitario.